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¿Qué tan peligrosa es la endogamia para los humanos? | Aislamiento Hace 5 años (24/01/2016 16:10:41) |  |
Un caso de la vida misma
Existe una comunidad que no puede estar genéticamente más cerca de sus antepasados de lo que está: la realeza europea.
De hecho, tras 200 años de matrimonios entre primos, sobrinos y tíos, los Habsburgo de España son un experimento de ello.
Carlos II, "El hechizado", fue su más famosa víctima.
Fue rey de España entre 1665 y 1700. Nació con una letanía de discapacidades físicas y mentales, y no aprendió a andar hasta que cumplió los 8 años.
Y ya como adulto, su infertilidad condenó a su dinastía, la Casa de los Austrias, a morir con él.
La razón más concreta fue revelada por un equipo de científicos españoles en 2009.
La ascendencia de Carlos II estaba tan enredada, que su "coeficiente de consanguinidad" —una cifra que refleja la proporción de genes heredados idénticos— era mayor que si hubiera sido engendrado por dos hermanos.
Es la referencia que utilizan los ecologistas para medir el riesgo de extinción de ciertas especies.
"Cuando la población es pequeña, todos terminarán siendo parientes antes o después", señala el doctor Bruce Robertson, de la Universidad de Otago, Nueva Zelanda.
(Foto: Familias reales europeas
La realeza del siglo XIX fue prueba viviente de los problemas de la endogamia.)
"Y a medida que crece el parentesco, los riesgos de la endogamia son cada vez mayores", añade.
El científico estudia los kakapo, una especie de loros enormes que no vuelan, y de los que solo quedan 125 en el planeta.
Una de sus preocupaciones es el efecto de la endogamia en la calidad del esperma.
Como consecuencia, el porcentaje de huevos que no van a eclosionar ha aumentado del 10% al 40%.
Por ello, a pesar de que el kakapo esté bien alimentado y protegido de depredadores, es posible que no logre subsistir como especie.
Mezcla inmune
La diversidad genética permite a las especies subsistir.
"Es algo que todas las especies parecen dispuestas a promover, incluso los humanos", señala el doctor Philip Stephens, de la Universidad de Durham, en Reino Unido.
"Escogemos compañeros con una composición inmunológica muy distinta, por lo que nuestros hijos tienen un protección mucho mejor en ese sentido", explica.
Por ello, echando un vistazo a nuestro pasado evolutivo, se cree que el apareamiento con neandertales dio a nuestro sistema inmunológico un impulso genético.
Por ello, aunque nuestra especie ficticia sobreviviera a una revuelta de robots, sería irreconocible.
Cuando una población pequeña permanece aislada durante demasiado tiempo, la pérdida de diversidad genética hace que se amplifiquen las peculiaridades genéticas.
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