Pekin 2015 Hace 5 años
(Foto: Gatlin y Bolt se abrazan. Bolt dijo entender que los medios hayan calificado su triunfo como el "salvador del atletismo"; pero el aclaró que primero lo hizo por él.)
Cabe preguntarse cómo habrían sido los titulares de haber ganado Gatlin, algo que hubiera sido natural, dadas las respectivas trayectorias y marcas de ambos atletas en los últimos dos años.
"El triunfo de Gatlin hunde al atletismo en el abismo de..." No, ningún editor responsable aprobaría un título semejante, por la sencilla razón de que Gatlin no es Lucifer, ni siquiera un delincuente; corre porque está autorizado y se supone que ahora está "limpio". ¿Es que ahora no creemos en la rehabilitación de los transgresores?
Este tipo de reacciones ante lo que es, simplemente, un resultado deportivo en que el hombre más rápido, Gatlin, se amilanó ante la poderosa presencia física y psicológica de Bolt, cediendo la carrera en los últimos 10 metros, se debe al mar de fondo en el atletismo y la percepción popular de que el deporte está barriendo sus inmundicias debajo la alfombra, sin querer reconocer sus alcances.
(Foto: La madre de Justin Gatlin, Jeanette Gatlin, consuela a su hijo tras perder la prueba que más quería ganar.)
(Foto: Muchos creen que Bolt ganó, pero lo más correcto sería decir que Gatlin perdió una carrera que tuvo ganada hasta faltando cinco metros.)
Cabe señalar que en las semis Gatlin, muy cómodo, marcó 9,77 segundos, sin esforzarse en los últimos metros. En la final, Bolt, a toda máquina, sólo registró 9,79; Gatlin, perdiendo la compostura en el tramo final, se quedó en 9,80.
En atletismo no basta con ser rápido: también es necesario tener más entereza, serenidad y concentración que el adversario. Gatlin no había perdido en 28 carreras consecutivas, pero fue vencido en la que más le importaba por un hombre que, por sus lesiones, ya no es el rayo de antes.
BBC |