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La quínoa, alimento de dioses | Sobreexplotación Hace 5 años (21/01/2013 09:44:27) |  |
La quínoa, alimento de dioses
(Foto: Semilla de quinoa)
Bolivia es uno de los mayores productores de este cereal
Parece que se comenzó a cultivar hace unos 7.000 años
Su alta demanda provoca que sus ciudadanos no lo puedan consumir
El aguacate, la piña, el tomate, la patata, el maíz, el chocolate, el cacahuete, el tabaco, el algodón, la pimienta o la vainilla. Cuando los españoles llegaron a América un mundo nuevo de sabores colonizó los paladares de los habitantes del Viejo Continente. Más de 500 años después los productos americanos siguen conquistando las cocinas de los europeos.
El nuevo 'boom' gastronómico se llama quínoa en español de España y quinua en español de Latinoamérica. Su sabor agradable, la calidad de sus proteínas y su alto valor nutritivo ha puesto de moda este cereal infravalorado hace tan sólo una década. El elevado contenido en calcio, hierro y aminoácidos esenciales, como la lisina, histidina y arginina, que supera a cualquier otro cereal, han hecho que Naciones Unidas declare 2013 como el año Internacional de la Quinua.
La historia de la quínoa es larga. Aunque existen pocas evidencias arqueológicas, lingüísticas y etnográficas sobre este alimento que se originó en los alrededores del Lago Titicaca, parece que se comenzó a cultivar hace unos 7.000 años. Existen hallazgos de restos de quínoa en tumbas de Tarapacá, Tiltil, Quillagua Calama, Arica (Chile) y diferentes regiones de Perú.
Historia del 'cereal madre'
También hay evidencias del uso de la quínoa en vasos de cerámica de la cultura Tiahuanaco, en la actual Bolivia, en los que aparece la planta con varias panojas distribuidas a lo largo del tallo. Al igual que el maíz y la papa (patata), constituía una de las comidas básicas para los antiguos habitantes de los Andes.
A mediados del siglo XV, los incas la conocían como el 'cereal madre'. Cada año, el Inca, en una ceremonia especial, plantaba las primeras semillas de la temporada y durante el solsticio, los sacerdotes ofrecían vasijas de oro llenas de quínoa al Inti, el Dios Sol.
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